salta!
Y compararlo todo con brincar en una cama elástica. Pero así es la vida a veces, no te ofrece un piso seguro, y lo único que puedes hacer es seguir saltando para seguir arriba, y aunque a veces tienes que caer el mismo impulso te puede levantar. Al inicio me dije: Esto no es lo mio... Pero cómo saberlo si ni siquiera lo has intentado, y qué si no es lo tuyo...
Pero una vez que avientas el miedo afuera de la malla de protección comienza la verdadera diversión... y lo disfrutas.
Y te das cuenta que hay más personas saltando contigo, que sus saltos te impulsan también, y que si caes, caen contigo, y entre dos es más facil volver a saltar. Mi vida ha sido estar saltando en una cama elástica, pero eso no le quita que duelan las caidas.
en honor a la cama elástica de la fiesta de Annie